domingo, 28 de octubre de 2012

CRUPELLARIUS: Gladiadores en la revuelta gala de Sacrovir



Entre la enorme tipología de gladiadores, existía uno, de origen galo, completamente acorazado, con lo que, a pesar de la lentitud de sus movimientos, era inexpugnable en la defensa. Toda la tecnología armamentística al servicio del Panem et circenses romano. Sin embargo, cuando en el año 21 de nuestra era estalló una rebelión en la Galia, muchos de estos gladiadores se unieron a los insurgentes en contra del Imperio.






EL CRUPELLARIUS                                                                                                 

El crupellarius era un tipo de gladiador totalmente acorazado que nos muestra el grado de desarrollo en cuestión de elaborar armaduras a la que llegaron los romanos. La única referencia que tenemos en las fuentes antiguas es la que nos proporciona Tacito:

"También hubo un grupo de esclavos entrenados como gladiadores. Completamente revestidos de hierro al estilo nacional, estos crupellarii, como se les llamaban, eran demasiado torpes para fines ofensivos, pero inexpugnables en la defensa ...
... La infantería hizo un ataque frontal. Los flancos galos ofrecieron una breve resistencia. El contingente acorazado causó cierto retraso debido a que sus armaduras resistían los ataques con jabalinas y espadas. Sin embargo, los romanos utilizaron sus hachas y azadas, golpeando las placas de las armaduras de sus usuarios, de la misma manera que si estuvieran demoliendo un muro. Otros derribaron a estos gladiadores poco móviles con mástiles u horcas, y, al no poder levantarse, se les dejó perecer."

TácitoAnales III, 43.
Reconstrucción actual de un crupellarius.

Parecen haber sido un tipo de gladiador oriundo de la zona, a los que los legionarios romanos no supieron enfrentarse adecuadamente a estos, utilizando los pila y las espadas punzantes tipo Mainz, siendo completamente ineficaces contra las protecciones de los crupellarii. Esto nos puede dar una idea del nivel de protección de este tipo de gladiadores.

Los experimentos con 
pila llevados a cabo por Marcus Junkelmann muestran que un pilum lanzado a unos 5 metros de distancia puede perforar con suma facilidad una plancha de madera de pino de 3 cm. de grosor. Un arma así, diseñada para perforar limpiamente un escudo e incluso la armadura de su portador, fue completamente inútil contra la armadura de láminas o placas de los crupellarii. Esto nos da una pista de lo pesado de la protección.

Recostrucción (izquierda) a partir de la
 estatua de bronce hallada en Versigny 
(derecha), Francia, en la misma región 
donde se dio la batalla de Augustodunum. 
En ella se basan las reconstrucciones 
modernas.
Sabemos por ejemplares hallados en buen estado de conservación que los elementos de protección de los gladiadores eran mucho más pesados que la de los legionarios. Por poner un par de ejemplos, las grebas gladiatorias pesaban fácilmente hasta 1 kg. cada una; los quince cascos hallados en Pompeya a mediados del XVIII pesaban entre 3.3 y 6.8 kg. siendo el de un legionario de unos dos kilos. En el caso del crupellarius este exceso de peso estaría motivado por otro aspecto más.

Los combates entre gladiadores eran un espectáculo en el que se buscaba el enfrentamiento equilibrado entre dos rivales. Las actuales reconstrucciones nos muestran un crupellarius demasiado ágil, capaz de levantarse fácilmente del suelo, e incapaces probablemente de resistir el impacto de un pilum, lo que no concuerda ni con lo descrito por Tácito ni con una lucha igualada que se buscaba. Es por ello que probablemente estos llevaran una armadura mucho más gruesa que las placas de la lorica segmentata. Curiosamente se ha trazado la hipótesis de que esta armadura tan utilizada por las legiones, tuvo su origen en el crupellarius, al fin y al cabo el mundo de los gladiadores exportó algunos elementos al ejército romano, siendo posiblemente este uno de ellos. Eso sí, tuvo que ser anterior a la revuelta, pues se han hallado restos de segmentata en donde tuvo lugar la Batalla de Teutoburgo, ya que se ha mantenido que fue la impresión de invulnerabilidad que mostraron estos gladiadores los que les llevó a adoptarla.

BATALLA DE AUGUSTODUNUM                                                                            

Durante la revuelta gala del 21 d.C. instigada por Julio Floro y Julio Sacrovir entre las naciones galas de los tréveros y los eduos respectivamente es donde luchan los crupellarii. Esta fue provocada por el descontento de los galos ante los tributos, las numerosas deudas, la incompetencia de los gobernantes romanos, etc, provocando una rebelión lo suficientemente grande como para formar un ejército de dimensiones algo considerables.

Julio Floro, al mando de un escuadrón de caballería reclutada entre los tréveros y que había servido con los romanos, más algunos seguidores de a pie, fue aniquilado por los hombres del también galorromano Julio Indo. Sin embargo la cosa era más grave en tierra de los eduos, donde Sacrovir se nombró asimismo señor de Augustodunum, capital de su tribu.

Armó un ejército variopinto cifrado en unos 40.000 soldados, aunque esta cifra es excesiva, pero aún siendo cierta, la mayoría eran levas de baja calidad. La quinta parte de la tropa iba armada a la romana, el resto con armas de circunstancia, cuchillos, lanzas, armas para la caza y algunas más fabricadas clandestinamente por Sacrovir. Entre ellos estaban los acorazados crupellarii. Por contra, el enemigo romano comandado por Cayo Silio, constaba de dos legiones y probablemente un número similar de auxiliares. Aun siendo inferiores en número, la calidad de estos era a todas luces superior.

Julio Sacrovir dispuso a sus soldados de la siguiente manera: en vanguardia a los 
crupelarii, delante de los que iban armados a la romana, cubriendo las alas el resto de infantería ligera de baja calidad. La batalla se decidió de manera bien rápida, pues tras la carga de la caballería de Silio contra las bisoñas alas de Sacrovir, siguió una huida gala inmediata. Por el centro, los legionarios cargaron contra los galos, derrotándolos también con facilidad, encontrando problemas con los gladiadores, que acorazados como estaban, tuvieron que recurrir a otro tipo de armas, tal y como se ha visto al principio.


De esta manera se puso fin a la rebelión de Sacrovir, que tras esta vergonzosa derrota, se suicidó junto a sus más leales.


Autor: Francisco Matias Bueno

3 comentarios:

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  2. Dice que se les dejo perecer tirados en el suelo, encerrados en sus armaduras? Realmente, la guerra no era tan gloriosa como la describia el bueno de Homero, pues me parece una manera verdaderamente penosa y cruel para la muerte de un guerrero.

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